Joven yucateco, gana el Whopper Challenge 2025 en Lisboa

El meridano de 22 años armó una hamburguesa perfecta en solo 10 segundos y venció a participantes de más de 20 países.

Desde Mérida hasta Lisboa, el talento yucateco sigue dando de qué hablar. Samuel Isaías Chan López, un joven de 22 años y representante de la sucursal Burger King Montejo, se coronó campeón del Whopper Challenge 2025, un concurso internacional organizado por la cadena Burger King, que este año tuvo como sede la ciudad de Lisboa, Portugal.

Precisión, velocidad y calidad: así ganó

El reto enfrentó a competidores de países como México, España, Honduras y Portugal, quienes debían armar una Whopper perfecta, con todos sus ingredientes en orden y en el menor tiempo posible. Samuel destacó por su destreza, logrando el armado completo en apenas 10 segundos, lo que le aseguró el primer lugar y un premio de 10 mil dólares en efectivo.

“Estuve practicando durante semanas con cronómetro en mano. Sabía que tenía que hacerlo perfecto y rápido”, compartió tras su victoria.

¿En qué consiste el Desafío Whopper?

El Whopper Challenge no es simplemente una prueba de velocidad. Es un concurso que exige precisión, técnica y mucha atención al detalle. Los participantes deben:

  • Armar una Whopper bien preparada
  • Usar las porciones correctas
  • Incluir todos los ingredientes indicados
  • Presentarla bien empaquetada
  • Cumplir con el peso exacto

Solo quienes logran cumplir con todos estos criterios en el menor tiempo posible pueden aspirar al podio.

De Mérida a Japón

El joven campeón declaró que parte del premio lo destinará a cumplir su sueño de conocer Japón, un país que siempre ha admirado por su cultura, su innovación tecnológica y su comida. “Es algo que he querido desde niño. Este logro me acerca un paso más”, dijo con orgullo.

Orgullo yucateco en el mapa global

El triunfo de Samuel es motivo de orgullo no solo para Yucatán, sino para todo México. Su habilidad, compromiso y representación en un certamen de escala global demuestran que el talento local puede competir —y brillar— en cualquier parte del mundo.